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Artículo #80

Nueva agricultura: patrimonio y paisaje cultural rural

Por Tonci Tomic FEBRERO DEL 2021

Los escenarios futuros de la agricultura son insondables, como son todas las cosas propias del futuro. Más aún en esta verdadera vorágine de cambios. Sin embargo, lo que hacen los técnicos son prognosis de corto y mediano plazo, sobre la base de proyectar las grandes tendencias prevalentes y sus posibles impactos en el escenario que se está estudiando, en este caso, el agrícola. De algo que estamos relativamente seguros, es que alimentos se seguirán demandando. Y en un mundo con una población e ingresos crecientes, muy probablemente esa demanda por alimentos, también sea, proporcionalmente, creciente. Tanto por el aumento de la población, como por el aumento de los ingresos y el acceso a mejores condiciones de alimentación. La pregunta que naturalmente surge, es quién o quiénes, serán los que satisfagan esa demanda. Bueno, aquéllos que ofrezcan los (mejores) productos al precio más económico, esto es, aquéllos que sean más competitivos. Muy probablemente, estos serán agricultores de gran escala y altamente tecnificados. Por ejemplo, en la actualidad, en el valle del Aconcagua, existe un productor de paltas que tiene mas de 2.000 has de paltos y más de 600 has de mandarinos; de eso estamos hablando. Las grandes ligas.

Texto destacado

De algo que estamos relativamente seguros, es que alimentos se seguirán demandando. Y en un mundo con una población e ingresos crecientes, muy probablemente esa demanda por alimentos, también sea, proporcionalmente, creciente.


Pero en la medida que aumentan los ingresos, también aumenta el tiempo de ocio y eso abre nuevas oportunidades, a las que cada vez más personas acceden a él. Basta con ver el incremento de viajes internacionales, -antes de la pandemia- a Miami, Lima, Río de Janeiro o Buenos Aires, por parte de los chilenos. Principalmente, por motivos de turismo.

El turismo, que en gran medida es recreacional, asociado al agua (playas, lagos y ríos); es también crecientemente cultural. Esto se refleja en los viajes a los países europeos, Rusia incluido; a la India; sudeste asiático y China. Y también mixto, como México-Azteca/Maya y Perú-Machu Pichu, y en el ámbito nacional, Rapa Nui, Torres del Paine y San Pedro de Atacama.

En este contexto: ¿Qué es el patrimonio cultural? No es tan fácil de definir. Es un valor que se le da a un “evento” material o inmaterial, por parte de la sociedad. Explica, por ejemplo, por qué la pintura de Leonardo, “Salvatore Mundi” (45,4 x 65,6 cm) fue subastada, en la friolera de 450 millones de dólares. O algo más práctico: un reloj cualquiera, de valor insignificante, pero que haya pertenecido a algún famoso (un Papa, un Kennedy, a la Reina Isabel II, a Diego Maradona o Luis Miguel) adquiere un valor increíble. ¿Quizás es la historia?

En el caso de la ruralidad y la agricultura chilena, hay mucho que destacar en este sentido. Por de pronto, el enoturismo y la gastronomía tradicional chilena; el agroturismo, el ecoturismo; el turismo de aventura, etc. Todos, en definitiva, son turismos de base cultural y experiencial. Siendo probablemente el más emblemático el de Rapa Nui. Por otra parte, el paisaje cultural, es el conjunto del entorno, socio-ambiental e histórico, en el que se inserta el bien de interés cultural. Siguiendo con el ejemplo, Rapa Nui-Moai.

Patrimonio Cultural Inmaterial

Tradicionalmente, el patrimonio cultural era lo monumental y pétreo, por esencia, las iglesias. En la actualidad, este concepto se ha ampliado con muchas dimensiones y aristas. Desde ya, el patrimonio se ha extendido a lo inmaterial. En Japón hay un evento ferial tradicional, que termina siendo quemado por el fuego y en la India se hacen unos dibujos en la arena que termina por ser devorados por el mar. Ambos son parte del Patrimonio Cultural Inmaterial Mundial, declarado por la UNESCO.

En este sentido, por razones que se desconocen, a la gente le ha comenzado interesar la vuelta a formaciones tradicionales, las formas antiguas de hacer agricultura (vino con zaranda) y sus productos de especialidad culinaria (el merquén); la formas de trabajo campesinos en la elaboración de los alimentos (trilla a yegua suelta); la trashumancia del ganado y las cabalgatas; el empleo de energía animal, caballos y bueyes, en las labores culturales; el uso y aplicación de abonos tradicionales de origen natural (orgánico y biodinámico) ; emerge la manualidad como virtud (las artesanías, telares y talabartería); y la edad-antigüedad como valor (antiguos viñedos de cepa Cariñena, se crea “Vigno”; la revaloración del valle del Itata y los vinos de uva País),

Política Nacional de Desarrollo Rural

Adquieren en este contexto, valor la arquitectura rural de Chile, casonas patronales y sus parques; otras construcciones, como muros de piedra y corrales (pircas), tapiales, y otros métodos constructivos. El corral de piedra de los Patos, en el valle de Putaendo, fue declarado Monumento Nacional (2017). El caballo de pura raza chileno, fue declarado Monumento Nacional (2011). También algunas localidades rurales han sido declaradas Zonas Típicas. Además de la belleza escénica y el contacto con la naturaleza, que proveen los espacios rurales

En este contexto, es de gran importancia la revalorización del desarrollo rural. Existe una Política Nacional de Desarrollo Rural 2014-2024 (Gobierno anterior) y un Plan Nacional de Desarrollo Rural (Gobierno actual), ambos muy similares y destacan las actividades no agrícolas, dentro del mundo rural, que son crecientes, en tanto que las agrícolas son decrecientes, como resultado de la modernización y la mecanización.

En conclusión, la pequeña agricultura o PYME agropecuaria, debe diferenciarse sobre la base de lo expuesto anteriormente. No tiene sentido competir en el mundo global de los commodities, para este segmento. Hay que reconvertirse hacia este nuevo contexto, donde el paraguas es, sin dudas el turismo cultural, como de hecho ya está ocurriendo con las viñas del valle central y el desarrollo del enoturismo con restaurantes de lujo. El mejor precio que se puede obtener de un cordero del secano (VI y VII regiones) es en la mesa de un restaurante de la zona.

Para este efecto, debería también reenfocarse la política pública, especialmente INDAP y CORFO, concentrando esfuerzos de capacitación, tejiendo redes, aportando créditos blandos, asistencia técnica, entre otras iniciativas. En definitiva, es preciso comprender que el eje de esta nueva etapa debe ser la calidad, más que el precio.

Como quedase expresado en el inicio de este artículo, el mundo continuará creciendo y desarrollándose. Esperemos poder estar entre quienes puedan satisfacer de buena forma aquella creciente demanda por alimentos, por cultura y bienestar.