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Artículo #52

Argentina: Tradición agrícola y el mejor polo del mundo. PARTE II

Por Tonci Tomic ENERO DEL 2021

Hace algo más de treinta años, a instancia de Alberto Pedro Heguy, los ganaderos y criadores de caballos, se propusieron el desafío de crear una nueva raza de caballos, “el caballo de polo argentino”. Este nace de cruce del caballo criollo argentino de trabajo –similar al caballo chileno, más bien rústico—con sangre de caballos ingleses pura sangre. Dan paso a un caballo, de una alzada en la cruz de 1,56mt., y entre 400 y 500 Kg de peso, más ciertas proporciones anatómicas, cuello/cabeza; y otras. Han introducido tecnología de punta, como es la selección de embriones y la clonación con mucho éxito. En consecuencia, hay una gran cantidad de criadores de caballo de polo argentino, grandes, medianos y pequeños. Se producen al año mas de 14 mil nacimientos de caballos de esta raza. Están organizados, en la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo, y las familias históricas están en la cría como, los Novillo Astrada, los Heguy, los Pieres, Adolfo Cambiaso, y muchas otras familias.

Texto destacado

Hace algo más de treinta años, a instancia de Alberto Pedro Heguy, los ganaderos y criadores de caballos, se propusieron el desafío de crear una nueva raza de caballos, “el caballo de polo argentino”.


Dando padrillos y yeguas de destacadas características para el juego del polo, como la Cuartetera, la Lapa, Marsellesa, Luna, Chequera, Guillermina, Mas Claudia, Birra, Paz, Mcha, etc. Además han sido pineros en el trasplante de embriones de estos caballos y sobre todo de la clonación.
Hay además un personal, de primer nivel, partiendo por los domadores, como el afamadísimo Carlos “polito” Ulloa. “Petiseros”, que son las personas con oficio, entenadas y capacitadas, que están con los caballos día a día, en los establos; los pilotos o hacedores, que son quienes le enseñan al caballo a jugar polo; herradores, médicos veterinarios, nutricionistas animales, preparadores físicos de caballos. Un caballo luego de la temporada de polo se va al potrero y puede engordar entre 30 y 40 Kg, que debe bajar para la temporada siguiente. Existen centros especializados de entrenamiento, donde se les hace practicar natación, troten cintas, etc…. un verdadero gimnasio equino.

En Argentina, el polo es un verdadero “cluster”, que articula además de los servicios arriba mencionados, transporte, alimentos animal (fardos de pasto y preparados); y varias empresas tradicionales familiares, como es la fabricación de tacos, que parte con la selección de cañas en Malasia y luego todo su ensamblaje para tener un óptimo producto final; Talabarterías que fabrican monturas y aperos especializados para la práctica del polo; botas de polo, que es también un práctica familiar- artesanal, destacando la Casa Fagliano, donde mandan a hacer sus botas el príncipe Carlos de Inglaterra y el renunciado ex príncipe Harris.

La infinita pasión por los caballos

En último término, todo este complejo, conforma un gran negocio, que mueve mucho dinero y que tienen como eje los tres grandes campeonatos argentinos, Tortugas, Hurlingham y Palermo; además de torneos internacionales de renombre mundial, como la US, Cup (USA) y la Queens Cup (RU) y varios otros en Francia, España, y el mundo árabe principalmente. No sólo hay sponsors, por cierto, muy importantes, como prestigiosas marcas de cervezas, automóviles, bancos, compañías de seguros, etc., sino que además hay “dueños” de equipos o patrones; magnates y multimillonarios de todo el mundo, especialmente, norteamericanos, ingleses, malayos y de los países árabes productores de petróleo, que básicamente, le inyectan dinero al negocio y también a los criadores.

Todos con un denominador común: una infinita pasión por los caballos.








(Fotos de Philippe Grass, Bruno Thete y Kyle Martin)