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Artículo #119

Escases de trabajo en el agro: ¿subir los salarios o aumentar la oferta?

Por Tonci Tomic JULIO DEL 2021

En el año 2016, el profesor Alberto Valdés y su equipo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, advertían sobre este tema, cuando publicaron una investigación sobre la creciente escases de la oferta de trabajo agrícola, especialmente, en las labores de cosecha de la fruta en Chile . En este documento se afirma que: “El trabajo agrícola de temporada es muy importante para el sector agrícola chileno. El sector frutícola y algunos semilleros tienen una alta estacionalidad en los requerimientos de mano de obra, por lo que mantienen algunos trabajadores permanentes para realizar labores de menor intensidad y contratan temporeros en el periodo de cosecha cada año, principalmente entre noviembre y abril. Solo durante el mes de diciembre el sector frutícola exportador demanda más de diez millones de jornadas-hombre” (Valdés et Al. 2016).

Texto destacado

El gran sector, que aún tiene una demanda elevada pero estacional de mano de obra, es la fruticultura y las viñas.


En efecto, el sector agrícola, según el grupo de rubros que involucra, puede ser caracterizado en función de su demanda de trabajo. Los cultivos anuales, en general tienen un manejo altamente mecanizado, desde la siembra hasta la cosecha, en consecuencias, la demanda de trabajo es relativamente baja. Por su parte la ganadería de carne y leche, por sus características y dado el sistema mecanizado de extracción de leche, ocupa poco personal, especializada y de forma permanente.

En el ámbito de la horticultura y la chacarería, hay una dimensión de pequeños agricultores y otra mas industrial. Esta última es la fracción que tiene integración vertical con su pakings, elabora productos de cuarta gama y son proveedores de supermercados. Este segmento, ocupa trabajo, relativamente estable, ya que van cultivando distintas especies ocupando el suelo todo el año, cada vez en menor proporción en función de las innovaciones tecnológicas. Hay horticultura, en Chile, bajo ambiente controlado especialmente de tomates y lechugas, que son varaderas fabricas.

El gran sector, que aún tiene una demanda elevada pero estacional de mano de obra, es la fruticultura y las viñas. En especial, la cosecha que en general no se ha logrado aún mecanizar y en su mayoría deben ser cosechados manualmente . Además, hay algunas otras labores que requieren mano de obra, como es la poda y el raleo. También requieren mano de obras, los rubros semilla y flores, pero no tienen la magnitud de la fruticultura y las viñas.

Como se ha visto en la prensa actual, aparecen voces de alarma entre los gremios de las fruticulturas, por la creciente escases de trabajadores en el campo. Este es un problema, típico de país desarrollado. Y Chile no siéndolo, si tiene una fruticultura de país desarrollado. Esto le pasa a USA especialmente California; Canadá, también el caso Australia y Nueva Zelanda. Para este efecto se han utilizado principalmente la migración estacional, en base a visas temporarias de trabajo, las visas para estudiantes, como “working holliday” y otras modalidades dentro del mismo sistema.

Como se pude apreciar los esfuerzos apuntan en la dirección de aumentar la oferta de trabajo, recurriendo a trabajadores extranjeros de países vecinos. Esto significa por lo tanto evitar el alza del valor de los salarios, y así que el ajuste no se produzca vía precio. Ya que como se sabe, en una economía de mercado donde juegan libremente a la oferta y la demandad, cuando la segunda excede la primera, el ajuste es que suban los precios, en este caso de salario agrícola.

¿Qué determina que esta haya sido la estrategia? Pues, en la mayoría de los países, que se ven enfrentados a este fenómeno: “El mercado laboral agrícola no ha sido bien estudiado en Chile. Si se considera que el costo laboral en fruticultura se estima del orden del 46% de los costos totales” (Valdés, 2016).

No es fácil establecer el valor del salario agrícola, en general se mide el valor por jornada hombre (JH) que es un día de trabajo de 8 horas. La información disponible indica que en promedio varía entre 20 mil 14 mil pesos/día entre Atacama y Maule , por lo tanto, es muy probable que, en el punto de mayor demanda, la cosecha de la fruta, suba hasta un 50% mas.
Se tarta además de un trabajo, que no se podría llamar especializado, ya que no se requiere de habilidades o destrezas espaciales, tampoco hay un umbral, como para expandir la productividad de manera significativa (se suelen hacer acuerdos parciales de pagos por cantidad cosechada para ese efecto). Lo único es aumentar la velocidad de cosecha, que tiene un limite natural y la logística en el campo, a fin de minimizar las demoras, en el proceso. Pero todo es relativamente marginal.
Además, hay que sumar, que hay otros trabajos, equivalentes en la construcción, comercio, servicios, etc. todos de baja calificación, con salarios, quizás algo menores, pero que exigen un menor sacrificio físico y familiar, ya que muchas veces el trabajador agrícola se ausenta de su casa durante todo el período.

Como se puede ver, se tata de un problema complejo, en que el componente trabajo en el costo es bastante alto (46%); la productividad de la actividad específica (cosecha) esta bastante cerca de su potencial; la rentabilidad promedio relativa, de la agricultura no es alta. En consecuencias el espacio para que crezcan los salarios es estrecho y por lo tanto, el camino a seguir es el que ha seguido otros países, esto es crear mecanismos, para aumentar la oferta con mano de obra extranjera de temporada, teniendo la precaución que no preste para el abuso y la explotación y naturalmente se asegure el respeto a todas las leyes laborales que le aplican a cualquier trabajador residente.







NOTAS:

(1) En: A. Valdés, G. Enríquez, W. Foster, O. Melo; J.P. Subercaseaux: “Evidencia y Desafíos para el Empleo Estacional en la Fruticultura en Chile” , Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Temas de la agenda Pública , Año 11 / No 85 / enero 2016 ISSN 0718-9745, Centro de Políticas Públicas, Universidad Católica de Chile.

(2) No obstante, hay equipos para cosecha de algunas frutas. En el caso de olivos para aceite, se cultivan en espaldera y se pueden cosechar mecánicamente, igual que las viñas, (para vino). También en el caso de nueces y almendros hay maquinas que remecen el árbol y maquinas para aspirar del suelo los frutos. Es decir, este es un tema con activa investigación y avance en mecanización. Pero hay muchas frutas que tiene porcentajes elevados de agua (i.e. uvas de mesa) que son mas delicadas y por tanto la mecanización es una asignatura pendiente. N. del A.

(3) Este es el valor neto que recibe el trabajador, comúnmente las empresas subcontratan estos servicios, por lo tanto, el costo para el fruticultor es mayor. Revista RED Agrícola, mayo 2017, sobre la base de trabajos de ODEPA y PUC. Siendo muy probable que hoy 2021, ya sea mas alto que en 2017. N. del A.